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He tenido la oportunidad de comprobar lo que a continuación
escribiré sobre la importancia de la imaginación en el desarrollo personal. Alcanzar
objetivos, lograr nuestros deseos, alcanzar el éxito en cualquier área está
circunscrito a la imagen que tengamos de ellos.
Debemos estar conscientes de que no importa lo que sea,
podemos tenerlo. Todo lo que desees con intensidad penetrante, con propósito
firme y sincero, puede ser tuyo.
No obstante lo importante, lo esencial, es saber lo que
deseas, formar en tu mente una imagen
clara y precisa. Aunque parezca extraño, muy pocos saben lo que quieren. La mayor
parte lucha de una manera vaga, esperando que algo aparezca.
O se abisman tanto
en la lucha, que olvidan- si es que alguna vez lo supieron- el objeto de esa
lucha. Son como un hombre que se ahoga usa mucho más de la energía necesaria
para llegar a la meta, pero la malgasta en esfuerzos sin objeto, sin
pensamiento, sin dirección, debilitándose sin obtener resultados
satisfactorios.
Hay algunos que siempre han creído que la imaginación es
algo que nos hace creer en la existencia de lo que no existe. Eso es fantasía,
no imaginación. La fantasía convierte lo que es real en algo falso y supuesto;
la imaginación nos permite ver a través del aspecto de una sola cosa lo que esa
cosa realmente es.
Hay una ley muy real de causa y efecto, que convierte los
sueños del soñador en realidades. Esa es la ley de la visualización, la ley que
ordena que se haga real en este mundo exterior lo que es real en el mundo
interior. Recomendamos que hagas tus imágenes mentales suficientemente claras, obsérvalas
en todos sus detalles, y tu mente se encargará de obtener, de recibir, de crear
los detalles para su consecución. Esa ley se aplica a todo en la vida y a las
vidas de todos.
Casi no hay nada que tu desees que no puedes adquirir por
medio de una visualización disciplinada. Supongamos que quieres un empleo: la
gerencia de una compañía. Visualízate sentado en la silla del gerente, visualízate
manejando los negocios de la compañía como tú crees que deberían ser manejados.
Los pensamientos son las causas, las condiciones son sólo los efectos.
Nosotros
podemos mejorarnos a nosotros mismos y mejorar las cosas que nos rodean,
simplemente dirigiendo el pensamiento de una manera resuelta hacia la meta que
tenemos en la mente. No hay inteligencia en la materia, ya sea que la materia
sea energía electrónica, en la forma de piedra, hierro, madera o carne. Dios es
la fuente de todo lo visible así también como de lo invisible.
Cuando nos
conectamos con Dios a través de la oración podemos recibir su dirección, su guía
para la consecución de lo que nuestra imaginación a formado en nuestra mente. Cuando
alcancemos esta comprensión, dejaremos de abrigar temores, porque entonces
sabremos que Dios crea vida únicamente.
Que la muerte es el paso a una mejor
vida, cuando hemos albergado en nuestro corazón y realizado en la práctica
actos de bondad, de bien. Siguiendo el ejemplo de Jesús y aceptándole en
nuestro corazón. Comprenderemos que no puede haber malos efectos sin una causa
mala. Bendiciones.
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