Negocio Redondo

Cuando vemos la enorme indiferencia de los personeros del gobierno, ante los malos servicios que prestan las instituciones públicas y ante las necesidades insatisfechas de las mayorías, quisiéramos tener una especie de poder para cambiar sus mentes y corazones, para que se enfoquen mas en las necesidades de los mas desposeídos.

Lamentablemente eso es imposible para nosotros los humanos; ahora bien, hay algo que si se puede hacer, y es concienciar a los que por su poca educación desconocen la realidad que se vive en la actualidad en las cortes gubernamentales, donde el despilfarro y derroche son tan comunes, como la escasez en los hogares de nuestra gente de tierra adentro.

Es increíble que en un país tan pobre, haya personas que cambian de vehículo más seguido, que un empleado cambia su par de zapatos.

Personas que incursionan en la política con el único fin de ampliar su peculio. Nadie piensa en el bien ajeno. La solidaridad está en peligro de extinción, la nobleza y la bondad están tan escazas como el pan en la meza del pobre.

Conozco un funcionario público, que fue tomando posesión del cargo, lo primero que hizo fue otorgarles contratos de transporte de materiales a sus familiares, quienes antes de que su familiar fuera Alcalde, no tenían ningún medio de transporte, hoy son empresarios del rubro, que hacen lucrativos negocios con la institución comunal.

Cuando estos funcionarios visitan alguna comunidad, se desplazan en vehículos de lujo, último modelo, contrastando con la indigencia que viven los pobladores, quienes en su humildad le rinden tributo a la ostentosidad que exhiben los servidores públicos.