Hoy en día las revoluciones se hacen de modo diferente, hoy mas que nunca la gente de todas partes del mundo, esta expresando con multitudinarias manifestaciones su descontento e inconformidad.
La asfixiante disparidad existente entre los que no tienen y los que tienen de sobra lo está exigiendo.Lugares como Canadá donde poco se ha observado la expresión espontanea del pueblo, hoy se volcan a las calles por miles, exigiendo mas justicia social, tomando en cuenta que gozan de un mejor nivel de vida que el de nuestros países, el panorama es aflictivo, pero a la vez esperanzador: la gente está despertando.
En nuestros pueblos la pobreza cabalga indómita por cada rincón destruyendo sueños y despojando de dignidad a personas de ambos sexos, hoy más que nunca se hace imperante que jóvenes y viejos, mujeres y hombres, blancos y negros nos unamos y reclamemos con valentía nuestros derechos, reivindicando nuestra posición de iguales ante los ojos de Dios.
Actualmente nuestro país a comenzado a burbujear con la efervescencia de las campañas electorales, donde lo que mas sobran son candidatos a cargos públicos, vemos a personas que toda su vida se han mantenido viviendo a costa del estado, personas increíblemente hipócritas, que con una mano abrazan y con otra apuñalan, lo que resulta peor es el descaro de salir a solicitar el voto a un montón de incautos e inocentes personas que los aclaman como si fueran dioses.
Los que aun tenemos un poquito de cordura,
consciencia y osadía deberemos hablar y sacar de su ignorancia a tanta gente
que es victima (pues no se le puede llamar de otro modo) de
estos lobos disfrazados de ovejas, es cierto que es un deber votar, pero
habrá que analizar concienzudamente con ojo crítico, cada una de estas opciones,
las cuales han surgido por disposición de unos cuantos poderosos y no de la decisión
del pueblo, como lo manda la constitución.
Tenemos un deber includicable el cual no podemos rehuir, un deber con nuestros semejantes, un deber que de no cumplirlo, Dios nos lo demandará, este deber consiste en expresarnos, decir como nos han engañado, como han permitido tanta injusticia, llegando incluso el mismo presidente de la república a condonarse millones de Lempiras de deuda, empresarios a los cuales se les conceden prestamos a intereses irrisorios, a quienes también les terminan condonando sus deudas.
En contraste observamos a familias a las que por no poder pagar les quitan hasta su casa, dejando a la intemperie a infantes, condenándolos al sufrimiento, personas que necesitan un crédito para su vivienda pero los intereses son tan exorbitantes que la cuota se les hace difícil de pagar. Si eso no es injusticia, díganme por favor como llamarla.
Tenemos un deber includicable el cual no podemos rehuir, un deber con nuestros semejantes, un deber que de no cumplirlo, Dios nos lo demandará, este deber consiste en expresarnos, decir como nos han engañado, como han permitido tanta injusticia, llegando incluso el mismo presidente de la república a condonarse millones de Lempiras de deuda, empresarios a los cuales se les conceden prestamos a intereses irrisorios, a quienes también les terminan condonando sus deudas.
En contraste observamos a familias a las que por no poder pagar les quitan hasta su casa, dejando a la intemperie a infantes, condenándolos al sufrimiento, personas que necesitan un crédito para su vivienda pero los intereses son tan exorbitantes que la cuota se les hace difícil de pagar. Si eso no es injusticia, díganme por favor como llamarla.
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