Quiero compartirte unas
reflexiones. Debes saber que la vida no se acaba con este mundo, que nuestra
vida en el planeta Tierra es una estancia temporal (como cuando estamos nueve
meses dentro del vientre de nuestra madre) y que luego la vida verdadera, la
vida eterna, nos aguarda después de la muerte.
Pero para poder contemplar a Dios
hace falta ser 100% perfecto –y como no lo somos, necesitamos de Jesús para
poder llegar hasta Dios–. La Santa Biblia nos dice que nadie es capaz de
salvarse a sí mismo, y que necesitamos que sea una tercera persona (Jesús)
quien nos salve a nosotros. Lo que te voy a compartir no tiene nada que ver ni con
la Iglesia Católica ni con la Iglesia Evangélica ni los Testigos de Jehová ni
con ninguna religión. Te voy a hablar de Jesús, no de ninguna religión o
iglesia.
1. Todos hemos pecado y ya que
Dios es santo y justo no podría permitir que alguien entre en su presencia sino
está limpio. Veamos qué dice la Biblia: «Por
cuanto todos pecaron; y están destituidos de
la gloria de Dios». (Romanos 3:
23) «... sin santidad nadie verá al Señor». (Hebreos 12:14)
2. Pero Dios provee la solución
al entregar a su Hijo Jesucristo para que con su sacrificio, muerte y resurrección
pudiéramos ser limpios, justificados y salvos. «Porque la paga del pecado es
muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro».
(Romanos 6: 23)
«En esto se mostró el amor de
Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para
que vivamos por Él». (1 Juan 4: 9)
3. Gracias a esto Dios promete
limpiar nuestras vidas del pecado.
«Venid luego, dice Dios, y
estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana como la nieve serán emblanquecidos;
si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana». (Isaías 1: 18)
Cristo llevó nuestros pecados: «Mas él herido fue por nuestras rebeliones,
molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llaga
fuimos nosotros curados». (Isaías 53: 5)
4. La forma de obtener perdón de
pecados y vida eterna sólo es posible a través de Cristo, recibiéndolo
entregando nuestras vidas a Él, declararlo Como Señor y Salvador: «Mas a todos
los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser
hechos hijos de Dios». (Juan 1: 12)
«Jesús dijo: Yo soy el camino, y
la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí». (Juan 14: 6) «Le dijo
Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; que cree en mí, aunque esté muerto,
vivirá». (Juan 11:25) «Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor,
y creyeres en tu corazón que Dios
le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para
justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice:
Todo aquel que en Él creyere, no será avergonzado». (Romanos 10: 9-10) «Y vi a
los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron
abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron
juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros según sus
obras... y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al
lago de fuego». (Apocalipsis 20: 12 y 15)
Un paso de fe:
Si quieres aceptar a Jesús en tu
corazón, debes hacerlo con sinceridad y perdonar a las personas que te han
hecho daño si quieres que Dios te perdone a ti. Si aceptas a Cristo en tu
corazón y en tu vida, ten por seguro que vivirás por toda la eternidad.
No te hablo de ninguna religión
ni de ninguna iglesia. Tan sólo te hablo de Cristo. Si te atreves a dar el paso (oraré a Dios
porque sí des el paso) repite en voz alta esta sencilla oración (o cualquier
otra parecida que tú prefieras) y da entrada a Jesucristo en tu vida y acéptalo
como tu Señor y Salvador. Debes hacerlo con todo sentimiento y sinceridad, pues
de lo contrario estarás repitiendo palabras en vano.
Oración
Señor Jesucristo,
Hoy reconozco que Dios te envió
para salvarme y limpiar mis pecados (te invito a visualizar en tu mente los
pecados que vas a entregarle a Cristo, rencores, idolatría, cualquier tipo de
impureza, malos pensamientos, odios, etc).
Yo hoy te pido que me limpies de
todas mis maldades, yo hoy también estoy dispuesto a perdonar a las personas
que me han herido (recuerda en tu mente a las personas que te lastimaron y
perdónalas para que Dios te perdone a ti también), te ruego que vengas hoy a mi
vida y me selles con tu Espíritu Santo, inscribe mi nombre en el Libro de la
Vida, confío en tu promesa de la vida eterna y me aferro a ti como Señor y
Salvador mío.
Gracias Padre Celestial.
En Cristo tu Hijo, amén.
Josué Ferrer.
Josué Ferrer es un periodista español que después de ser un acérrimo ateo se convirtió al Cristianismo.
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