El que trabaja como facilitador o promotor social seguramente se habrá hecho esta pregunta.
Después de reflexionar honestamente acerca de la Pregunta anterior, es posible que el promotor social encuentre una o varias respuestas similares a las siguientes:
•Por necesidad.
•Por que me comprometí con los políticos.
•Porque fue lo único que me ofrecieron como empleo.
•Porque fue el primero que hallé.
•Porque en éste empleo me pagan más que en otro lado.
•Porque es menos burocrático.
•Porque se puede aprender mucho, de muchas cosas.
•porque siento real preocupación por mi comunidad y mi país.
•Porque me gusta trabajar en el campo.
•Porque tengo conciencia social y quiero ayudar a
Los campesinos a que se liberen de la opresión.
•Porque me invitó un amigo y me convenció.
•Porque el programa me pareció interesante
•Porque aquí no exigen tanto como ando vestido.
•Porque me gusta viajar mucho.
•Porque tengo deseos de ayudar.
•etc., etc.
Todo lo anterior se resume en cuatro:
a) Por necesidad
b) Por conciencia social o decisión voluntaria
c) Por conveniencia personal
d) Por obligación o compromiso institucional
¿Cuál o cuáles de estas cuatro causas llevaron al promotor a
decidir su actual empleo?
Si la respuesta del promotor social se encuentra entre los motivos
c y d (conveniencia y obligación), es recomendable que busque otro tipo de ocupación
lo más pronto posible, pues de lo contrario podrá ocasionar diversos problemas en
la comunidad y, probablemente, él también saldrá perjudicado.
Si la respuesta está entre las causas a y b (necesidad o voluntad), entonces es necesario que el promotor
ponga mucha atención en su trabajo, aprenda
bien su oficio y se entregue con entusiasmo a su labor.
De ser así los beneficios serán en dos vías: beneficiará a
su comunidad y saldrá beneficiado él. Porque cuando las cosas se hacen con
gusto, con amor, la pasión que se transmite es contagiosa y por lo tanto las
posibilidades de causar impacto positivo en las personas, son mayores.
Recordemos que el promotor social es un comunicador, su
actuar cotidiano y la planeación de sus tareas lo obligan a reflexionar y
actuar de manera continua sobre facetas que tienen que ver con la interacción
con los demás.
Esa interacción se relaciona tanto con la necesaria
disposición del promotor social para colaborar en la solución de problemas y
necesidades de la comunidad en la que despliega su labor, como en la habilidad
para escoger las estrategias y técnicas de comunicación más idóneas de acuerdo
al programa o proyecto en el que esté participando.
Hoy en día con la ayuda de las Redes Sociales el Promotor Social puede hacer mucho más de lo que hacía en años anteriores.
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