Para resolver de forma eficaz los problemas que nos salen al
paso tomemos en cuenta lo siguiente:
Los detalles del genio no
nacen en tu cerebro. Por medio de una concentración intensa has
establecido un circuito, un enlace desde tu mente subconsciente hasta esa
fuerza innegable, que Dios ha establecido en el universo, la cual te proveerá de
la inspiración necesaria para afrontar cualquier problema por difícil que sea.
Lo necesario es establecer ese circuito, aprender a conectarlo a tu voluntad.
El siguiente método será de utilidad: cuando tengas que
resolver ese problema difícil, o cuando quieras algo sobre todas las cosas,
espera hasta que estés solo (un momento muy oportuno es cuando estés en la
cama, poco antes de entregarte al sueño, porque entonces la mente inconsciente
recibe con más facilidad las sugestiones).
Entonces concentra tus pensamientos sobre tu
problema o deseo, comprendiendo firmemente que: en alguna parte del universo
existe la solución correcta de todos los problemas. No importa cuán complicado
o portentoso, ni que tan simple puede ser tu problema, la solución correcta
siempre existirá. Y puesto que existe puede ser encontrada.
Tú puedes saber y hacer lo que necesites si en momentos de
aguda concentración escuchas con detenimiento tu voz interior y te guías por
sus indicaciones.
Haz eso durante algunas noches; y no existirá problema que
no puedas resolver. La fuente y el centro de todo poder creativo del hombre; el
poder que sobre todos los demás lo eleva sobre el nivel de los animales y le da
dominio sobre la tierra, es el poder de formar imágenes, el poder de la
imaginación.
La fe en ti mismo es otro factor a tomar en cuenta en todas tus luchas, en todos los problemas que te presenta la vida. Esa fe en que
puedes hacer algo te dota de capacidad para hacerlo. Por otro lado siempre encomienda
a Dios tus problemas y así será aún más fácil resolverlos.
Cuando hayas
comprendido eso, cuando lo creas, podrás resolver de manera eficaz si no todos,
la mayoría de los problemas que se te presenten. Esa es la puerta abierta del
éxito. Consérvela abierta…esperando recibir lo que anhelas.
Tú mereces las
cosas buenas de la vida. Por eso, espera sólo lo que es bueno, si constante
esperas lo que es malo no dudes que también te sobrevendrá. No te fijes
limitaciones de ninguna naturaleza. Adquiere una actitud mental por medio de la
cual esperas el bien sin cesar. Tú sabes que tienes el derecho fundamental a
todo lo bueno.
Las ideas producen energía. Tú puedes hacer más trabajo,
resolver más problemas y puedes hacerlo mejor de lo que hasta ahora lo has
hecho. Tú puedes saber más de lo que sabes ahora. Tú sabes que bajo ciertas
circunstancias especiales de alegría o entusiasmo, puedes hacer sin fatiga el
doble de lo que harías bajo circunstancias ordinarias.
El cansancio es más
fastidio que fatiga física. Tú puedes trabajar casi sin parar cuando el trabajo
es un placer. La solución de problemas requiere un esfuerzo medido, un esfuerzo
persistente, sin agitación pero imparable, con concentración acendrada y en el
momento oportuno cuando menos lo esperemos la solución saltará ante nuestra
vista como si todo el tiempo hubiera estado allí. Bendiciones.
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