Pensamientos Positivos: Herramientas Efectivas Para la Superación

Cerebro con destellos
Hay hombres que se han elevado sobre el concepto de que la vida esta dominada por la  materia. Así como las fuerzas más poderosas en la naturaleza son las fuerzas invisibles calor, aire, electricidad, gravedad, así las fuerzas más poderosas del hombre son sus fuerzas invisibles, sus pensamientos.

Y de la misma manera que la electricidad puede fundir la piedra y el hierro, así tus pensamientos pueden dominar tu cuerpo, así pueden hacer o estropear tu destino.

No se está jamás consciente de las ideas que llenan nuestra mente. Ellas se van formando de acuerdo con lo que nos enseñan, o lo que oímos decir.

Como casi todo el mundo está ignorante de las leyes que gobiernan la vida, leyes llamadas “de la creación”, la mayoría pasamos nuestra vida fabricándonos condiciones contrarias, viendo tornarse malo aquello que prometía ser tan bueno; tanteando como quien dice, a ciegas, sin brújula, timón, ni compás; achacándole nuestros males a la vida misma, y aprendiendo a fuerza de golpes y porrazos o atribuyéndoselos a la “voluntad de Dios”.


Nacer con libre albedrío significa haber sido creado con el derecho individual de escoger. Escoger ¿qué? El pensar negativa o positivamente. Pesimista u optimistamente. Pensando lo feo o lo malo – que produce lo feo y lo malo- o pensando lo bueno y bello, que produce lo bueno y bello en lo exterior o interior.

Todo el día y toda la noche estamos pensando una infinidad de cosas distintas. Pasa por nuestra mente una especie de película cinematográfica constante, aunque desconectada.

Entre tantas ideas diferentes, nos detenemos a contemplar, examinar o estudiar algunas más que otras. ¿Por qué? Porque nos han estimulado el sentimiento. Nos han producido un sentimiento de temor o de antipatía, de simpatía o de lástima, un sentimiento de agrado o de desagrado, no importa.

El hecho es que por aquel sentimiento, la idea nos interesa, la repasamos más tarde, talvez la comentamos con alguien. Esto es meditar, y lo que allí se medita pasa al subconsciente y se graba allí.

Una vez que se graba una idea en el subconsciente se convierte en un “reflejo”. Tú sabes que cuando el médico te da un golpecito con algún objeto en un sitio alrededor de la rodilla, tu pierna da un salto.

 Ten han tocado un punto sensible y has reaccionado ¿no? En esa misma forma, cada vez que ocurre en tu vida algo referente a una de las ideas que están gravadas en tu subconsciente, el “reflejo” reacciona en la forma exacta en que fue grabado.
 Tú adoptas una actitud de acuerdo con el sentimiento original que sentiste cuando primero pensaste en aquella idea.

El subconsciente no discierne. No dice nada, no opina ni piensa por sí solo. No tiene poder para protestar, no tiene voluntad propia. Esas no son sus funciones. Su única función es la de reaccionar poniendo a la orden el reflejo que se le ha dado. Él es, en este sentido, un maravilloso archivador, secretario, bibliotecario automático que ni descansa ni falla jamás. Tampoco tiene sentido del humor. No sabe cuándo una orden ha sido dada en chiste o en serio.

Por lo que te han ido enseñando tus mayores, por lo que has escuchado decir a los demás; por lo que has leído en los periódicos y en los anuncios, en el radio y televisión, y sobre todo porque ignoras la verdad de la vida, has aceptado estas ideas erróneas y se convirtieron en reflejos que actúan sin premeditación tuya, automáticamente, y que son causa de todos los males que te aquejan en el cuadro de tu vida.

Tienes un cargamento voluminoso de ideas ajenas que afectan todos los departamentos de tu vida, tu cuerpo, tu alma y tu mente.

Advierte que si no los hubieras aceptado; si por el derecho que te da tu libre albedrío de escoger, aceptar y rechazar, no hubieras aceptado lo negativo, no hay germen ni virus ni poder en el mundo que hubiera podido atacar ni convencer a tu subconsciente para que actuara de ninguna otra forma que aquella que tú le diste.

Tu voluntad, negativa o positiva, es el imán que atrae hacia ti los gérmenes, las circunstancias adversas o las buenas. Como ya hemos dicho, tu actitud negativa o positiva ante los hechos, determinan los efectos para ti.

Quedamos en que cada mente humana contiene una acumulación de opiniones, convicciones o conceptos errados, contrarios a la verdad y en conflicto con los principios básicos de la creación y que se están perennemente manifestando, en las condiciones exteriores, todas esas calamidades y sufrimientos que aquejan al ser humano y el mundo en general; enfermedades, accidentes, dolencias, pleitos, desarmonías, escasez, fracasos y hasta la muerte.

Y llegamos a la siguiente conclusión: una petición realizada sin fe alguna vale poco menos que nada. Cada deseo que expresas, cada solicitud efectuada debería ser una realización del poder que está dentro de ti, del derecho que tienes de ejercer el dominio sobre tu propio cuerpo, sobre tu medio ambiente, tus negocios, tu salud, tu prosperidad.


Compartir

Jogly Sú

Mi nombre es Jogly Sú, creador y administrador de este sitio, Muchas gracias por leer nuestros artículos, te agradeceré si lo compartes.

  • Youtube
  • Twitter
  • Pinterest
  • Facebook
    Comenta como Blogger
    Comenta como facebook

0 comentarios:

Publicar un comentario

Por favor haz tus comentarios basados en el tema, sugiere, aporta y exprésate con respeto. Tus lectores lo agradecerán.